Así lo expresa la organización en su pagina web, "Desde la organización de Viña os informamos de que la próxima parada de nuestro Tren Arte Nativo, prevista para los días 9, 10 y 11 de octubre en la localidad castellonense de Benicàssim, queda aplazada para 2009. Desde el principio hemos creído salvables las pequeñas diferencias con el Ayuntamiento, pero, finalmente, ha sido imposible llegar a un acuerdo ya que no existe una mínima partida económica para la realización del mismo. Para que sea posible la realización de Viña Benicàssim 2009, y se dote de presupuesto por parte del Ayuntamiento, en el mes de septiembre reiniciaremos las conversaciones, solicitando, por escrito, la utilización del Recinto de Festivales. Muchas gracias por vuestra comprensión."
En el periodico Levante se ha publicado tambien la noticia comentando aspectos como que... "Las «pequeñas diferencias» a las que hace mención son el aval de 200.000 euros que exige el consistorio para sufragar los costes de limpieza derivados de la organización y realización del evento, aval que Matarile no quiere asumir."
Gustavo Ramón, responsable de Festivales de Benicassim ha comentado a ese mismo periódico que desde el mes de febrero no ha habido ningún contacto con la organización del festival. Para Ramón, el anuncio no aportada nada nuevo "porque para nosotros, el festival no se iba a hacer" y señala que "con esta actitud se demuestra que la organización ha hecho y deshecho como ha querido, sin contar con nosotros". Además apunta que "el ayuntamiento, a diferencia de con el FIB, no va a dotar de partida presupuestaria para el festival ya que los recursos municipales son limitados y tenemos que priorizar actuaciones". El concejal argumenta que "el FIB es un festival que ha nacido en Benicàssim mientras que el Viña fue una estrategia de los promotores para desvincularlo de su ciudad de origen que es Viñarrobledo". "No se pueden pedir las mismas exigencias para el Viña que para el FIB porque el FIB es patrimonio de Benicàssim y el Viña no", por último añade que "si el Viña se fija en Benicàssim, luego sería otro festival el que querría venir y el pueblo no puede asumir el coste que supone este tipo de eventos".
Pese a todo, el edil se muestra predispuesto a retomar las negociaciones en septiembre, aunque dice que se mantendrán las mismas exigencias: reducir el aforo a la mitad (de 50.000 a 25.000), que las fechas disten del FIB al menos seis semanas, y que la empresa asuma todos los gastos derivados de la celebración del festival, como el servicio de limpieza y la seguridad.
FUENTE: MareaRock
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