Eso sí, la cadena pública, por si, pese a todo, falla algo, ha querido emular a Pilatos lavándose las manos en cuanto a cualquier responsabilidad en el acto. Así lo manifestaba ayer a este periódico un portavoz de la casa, «lo único que hacemos nosotros es retransmitir la gala, no tenemos nada que ver con el guión ni con todo lo que se pueda ver». El Poncio de turno recordó que «el año pasado se nos tachó de hacer una gala aburrida y larga cuando todo fue culpa de Fernando Méndez Leite, responsable máximo como director y guionista».
Aquella «gala del cine español», que la pública emitió el 29 de enero, duró más de cuatro horas y terminó por cansar tanto al público congregado en la sala como a la audiencia televisiva, al no superar el 18,8 por ciento de cuota de pantalla y congregar a una media de 2.304.000 espectadores, 1.400.000 menos que en 2005. En ningún momento se cumplió el objetivo que el citado Leite se había fijado en la víspera: «Queremos que la gala de este año sea vistosa, visual, ágil, directa, entretenida y con alguna sorpresa». Quitando lo de «visual», porque efectivamente se pudo ver en pantalla, el realizador no acertó en ninguno de sus pronósticos. De todas formas habrá que ver si en esta ocasión mejora la audiencia, toda vez que el telespectador interesado sólo en saber los triunfadores podría utilizar otros medios, como internet o la radio, para enterarse.
Quizás por ello la cadena pública ha optado en esta oportunidad por dar un giro de 180 grados y concederle la oportunidad a El Terrat, la productora de Andreu Buenafuente, y sobre todo a uno de sus más estrechos colaboradores, Jose Corbacho. Este último fue precisamente uno de los pocos que no aburrieron en la anterior ceremonia al recoger el premio al mejor director novel, junto a Juan Cruz, por su primer largometraje, «Tapas». Sin embargo, esta decisión no ha sido bien vista por algunos académicos, a los que no les gusta que se tome con tanto cachondeo algo tan serio como el cine.
FUENTE: larazon
0 frikicomentarios