Amado y odiado a partes iguales, el "reality show" ha sido hasta ahora un negocio millonario. Sin embargo, la televisión pública italiana, la RAI, ha tomado una decisión sin precedentes al optar por eliminarlos de su programación. A partir de ahora, los "realitis" sólo estarán en la cadena de Mediaset, propiedad del ex primer ministro de Italia, Silvio Berlusconi y accionista mayoritaria de la española Tele 5. Pero, ¿es esta una cruzada moral, o una decisión astuta basada en los índices de audiencia? El diario "La Republicca" señala como uno de los principales motivos los bajos índices de las últimas temporadas de los dos formatos más populares de Italia, "Grande fratello" ("Gran hermano"), en Mediaset, y "L'Isola dei famosi" ("La isla de los famosos"), en la RAI, que han podido perder hasta un millón de televidentes en un año. "Wild West", que se ha emitido en el canal Due de la RAI, mostraba a gente común que se entrenaba como cowboys en los campos de Arizona. El programa estuvo en el aire durante diez semanas, pero fue considerado como un fracaso.
Claudio Petruccioli, presidente de la RAI, dice que su decisión se tomó de acuerdo con los esfuerzos de Italia por mejorar la calidad de su programación. Con el dinero que la RAI ahorrará por adquirir programas como "L'Isola...", incrementará en un 50% la inversión anual en películas italianas.
"Grande fratello" y "L'Isola..." han sido blanco de críticas en Italia durante los últimos años. En diciembre, a ambos programas se les impuso una multa de 100.000 euros por lenguaje blasfemo y vulgar. En uno de ellos, el excéntrico músico Guido Genovese fue expulsado de la casa por utilizar una malsonante expresión italiana, que, además, hirió muchas sensibilidades religiosas.
La falta de interés de la RAI en los "realitis" contrasta con la filosofía televisiva de la cadena de Silvio Berlusconi, dado que en los tres canales privados de Mediaset hay una dieta diaria de "telerrealidad". Por cierto, que su último éxito es "Uno, dos tres... establo", que presenta a granjeros que intentan convertir a bailarinas y coristas en vaqueras.
FUENTE: HeraldoDeSoria
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