El insólito hecho ocurrió el sábado 18 de agosto, en el Complejo Ingeniero Del Campo, en oportunidad del encuentro de quinta división entre Danubio y Bella Vista.
Cuando los dos equipos estaban en la cancha para iniciar el partido, próximo a las 13.30 horas, Richard Trinidad recordó a los jóvenes futbolistas que debían guardar un minuto de silencio en homenaje al extinto vicepresidente de la AUF.
Cuando en el escenario no volaba una mosca y se aprestaba a ponerse en movimiento el balón, el segundo línea, Gustavo Pérez, alzó su banderín y convocó al árbitro Trinidad para denunicar al Nº 4 de Bella Vista, Luis Gorriarán, que no había acatado la orden y durante el minuto de silencio se agachó en el campo de juego y empezó a orinar ante la mirada perpleja de los pocos espectadores que estaban presentes en el escenario danubiano.
El juez Trinidad no dudó un instante en expulsar a Gorriarán, que fue reemplazado por su compañero Sebastián Romero, de acuerdo a lo que indican las normas reglamentarias del fútbol juvenil. Con su expulsión Bella Vista perdió un cupo en el banco de suplentes pero de todas maneras pudo afrontar el partido con once futbolistas.
"Hecho inmoral", según el Código
La insólita expulsión de Luis Gorriarán fue denunciada por los árbitros Trinidad y Gustavo Pérez en el confidencial, no así por el primer asistente, Antonio Fedorzuck, que no vio cuando el juvenil papal cumplió con la necesidad fisiológica.
Desde el punto de vista reglamentario, Luis Gorriarán podría recibir una sanción de dos a cuatro partidos, en base a lo que establece el Art. 26º del Código de Penas, "Hechos inmorales". Como la expulsión ocurrió antes del comienzo del partido, el futbolista no podrá recibir la sanción automática de un partido ( Art. 5º, lit c), porque la misma se aplica cuando los deportistas infringen las normas durante los encuentros.
De todos modos, el Tribunal de Penas de la Mesa Juvenil está facultado a aplicarle una sanción preventiva mientras sustancia el expediente.
El asunto tiene como agravante que el "hecho inmoral", como establece el Código de Penas, se suscitó durante el homenaje que el Consejo Ejecutivo de la AUF dispuso por la muerte de su vicepresidente, Juan José Ramos.
La inexperiencia de Luis Gorriarán fue determinante para cometer la falta.
Con un simple aviso al árbitro Richard Trinidad de que necesitaba retirarse unos minutos del campo de juego para orinar en el vestuario, se hubiera evitado la sanción.
El hecho, que puede tener su parte anecdótica, constituye una falta grave por las circunstancias en que se cometió por parte del juvenil de Bella Vista y por ese motivo será suspendido por varias fechas.FUENTE: LaRepública
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