Eran los últimos días del año 2005. En plena campaña de Navidad, con el ejercicio a punto de terminar y con los tres operadores de móvil en dura pugna por ganar clientes en el momento de mayor gasto de los abonados y cuando más importa elevar el número para que las cifras de cierre de año luzcan lo mejor posible, Movistar comenzó a mostrar problemas técnicos que impedían a Vodafone y Orange cambiar a sus redes a consumidores que habían firmado su deseo de dejar Telefónica.
Movistar no había avisado de estos problemas a sus rivales y tampoco dio explicaciones cuando los días 29 y 30 de diciembre de 2005 y el 2 de enero del año siguiente el traspaso de clientes se cerró a cal y canto, lo que retrasó las migraciones que tendrían que haberse realizado desde el 21 de diciembre.
A la vez, Vodafone y Orange detectaron que los problemas sólo se producían cuando un cliente de Movistar quería abandonar el ex monopolio. En cambio, el proceso funcionaba a la perfección cuando era un abonado de Vodafone u Orange el que fichaba por la filial de Telefónica.
Las sospechas se dispararon y las afectadas decidieron recurrir al árbitro del sector, la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT). El regulador recibió las denuncias el 27 de diciembre de 2005 y el 17 de enero de 2006. Ahora, año y medio después, la comisión les ha dado la razón. Telefónica, a través de Movistar, 'no actuó con transparencia y tampoco con buena fe', 'perjudicó' a sus rivales y 'transgredió las normas' con 'plena conciencia', según la resolución emitida por el consejo el 26 de julio.
Infracción 'muy grave'
Por todo ello, el regulador considera que Telefónica es culpable de una infracción 'muy grave' por incumplir la regulación. Y ese tipo de falta le podría haber acarreado una multa millonaria, pero la CMT ha considerado que lo apropiado son 350.000 euros, porque el ex monopolio cuenta con varios atenuantes.
La resolución reconoce que Movistar no ha realizado prácticas similares a la sancionada ahora, que su actuación ha tenido escasa repercusión social, que el daño causado es limitado y que los beneficios obtenidos con él también lo son.
Las argumentaciones de Telefónica durante el proceso lograron convencer a la CMT de las muchas circunstancias atenuantes de su caso y reducir así la sanción, pero en el fondo del asunto sus explicaciones fueron en vano.
El ex monopolio incidió para su defensa en la ausencia de intencionalidad y de cualquier perjuicio grave para sus competidoras. Según su explicación, decidió impedir el traspaso de los clientes como medida preventiva para evitar problemas de mayor calado ante la previsión de un alto volumen de peticiones que pudiera colapsar el sistema.
La CMT no acepta en su resolución ninguna de estas explicaciones. Para empezar, la comisión constata que los problemas que se temían no llegaron a existir, así que todo podría haberse resuelto sin problemas si Telefónica no se hubiera 'precipitado'. La decisión del ex monopolio, concluye el regulador, fue 'unilateral y sin causa justificada'.
Pero la comisión va más allá y ve intención en la actuación de Telefónica. 'El resultado directo perseguido fue conservar a sus clientes durante los últimos días del año', asegura la resolución, 'siendo normalmente los más significativos en cuanto a ingresos por usuario, debido a que durante las fechas navideñas, las llamadas, mensajes y servicios utilizados por los abonados son más elevados'.
FUENTE: CincoDias
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La CMT sanciona a Telefónica por frenar la marcha de clientes
lunes, 20 de agosto de 2007
en
8/20/2007 04:20:00 a. m.
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pelopo82
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