Menos lobos con La Saeta, que no es para tanto. Ésa fue la conclusión de la mayoría de los usuarios, entre ellos los propios jugadores, del primer vuelo del avión oficial del Real Madrid, que se estrenó el martes con un Madrid-Roma. Ni avión especial ni atenciones especiales ni mucho menos catering de lujo. Lo único de lujo fue el precio:
65.000 euros por toda la temporada. Y hasta en eso hubo agravios. Parte de la expedición B, otro avión en el que viajaba el grueso de los aficionados y la prensa, a 1.900 euros por barba el pasaje, tuvo que ser reubicada en La Saeta sin coste adicional alguno. Ni así se completó el pasaje. Una docena de plazas volaron sin ocupante. Todo un fiasco.
Y es que el MD-83 rebautizado como La Saeta no es un flamante nuevo aparato, sino un avión de Iberia con 20 años en sus alas al que Viajes Iberia le ha repintado el fuselaje para incorporar el nombre y el escudo del Madrid. Eso sí, ha reducido el número de asientos para ganar 92 centímetros de separación entre filas, cuando lo normal es sólo de 73.
Pero, en contra de lo que se había publicitado, el avión no dispone de algo tan parco como hilo musical; ni de asientos giratorios, sino fijos, de cuero, pero muy normalitos; ni de pantallas individuales, algo ya bastante habitual. Ni siquiera la megafonía es correcta, por lo que el pasaje de la parte trasera del avión no pudo escuchar el mensaje con los saludos del comandante, Antonio González.
El catering constituyó otro motivo de decepción. Si alguien esperaba que por inaugurar el llamado palco aéreo se descorchara champán francés, o cava catalán, que se sirviera alguna delicatessen tipo caviar, angulas o trufas, se tuvo que conformar con tortilla a la francesa fría acompañada de la consabida menestra de verduras congelada. Lo mismo de siempre. Afortunadamente, no había hambre.
Los habituales de los viajes del Real Madrid saben que, en la terminal del aeropuerto de Barajas, junto a la tarjeta de embarque, la agencia de viajes proporciona a los pasajeros dos bocadillos gigantes reciamente españoles: de jamón serrano el primero y de lomo con pimientos verdes el segundo.
Los vips que hayan adquirido el palco aéreo van a llevarse otra sorpresa desagradable. Volarán en el próximo desplazamiento internacional, a Atenas, el 5 de noviembre, con La Saeta,pero para el último partido de la fase de grupos, el 28 de noviembre en Bremen, tendrán que cambiar de avión de manera obligatoria.
La Saeta,al ser un aparato bastante viejo, es muy ruidoso y emite más decibelios de los permitidos por la normativa alemana sobre despegues nocturnos, que es muy estricta. Así que no podría despegar de Bremen a la hora en que acabe el partido de Liga de Campeones. La agencia trabaja ya para alquilar un avión más moderno para ese día en concreto.
FUENTE: LaVanguardia
El avión del Real Madrid no podrá viajar a Bremen porque incumple la ley alemana sobre ruidos
viernes, 5 de octubre de 2007
en
10/05/2007 02:47:00 p. m.
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