La vigilancia se mantendrá de manera permanente hasta que se estabilice el flujo de visitantes, y con posterioridad se reactivará durante los fines de semana, según fuentes consultadas por este periódico. Precisamente, la próxima jornada festiva será la verdadera prueba de fuego para la circulación en la zona. De hecho, sólo el primer día se alcanzó la previsión de clientes estimada para el próximo sábado, lo que permite adivinar que la afluencia será entonces muy superior.
El operativo estuvo compuesto por tres equipos de la Benemérita fijos y dos móviles en turnos de mañana y tarde, a los que se unieron una decena de agentes de la Policía Local. A su vez, la empresa dispuso de 36 empleados para el control de los accesos al 'parking' y la circulación en los viales de circulación interna.
En enero está prevista la apertura del nuevo puente desdoblado sobre las vías del tren, que contribuirá a mejorar los accesos, aunque, hasta entonces, es previsible que se produzca un cuello de botella en la zona.
Retenciones
El pico de asistentes se produjo hacia las 11.00 horas, cuando las 2.500 plazas disponibles quedaron totalmente ocupadas, lo que obligó a cortar durante algunos minutos la entrada desde la rotonda de Churriana, para evitar que la cola alcanzara a la MA-21. Los usuarios optaron entonces por ocupar parte de los aparcamientos del vecino centro de ocio Plaza Mayor y los existentes en las vías de servicio de la carretera de Churriana.
Fue la única incidencia destacada durante la jornada en Guadalmar, que por la tarde volvió a registrar las habituales caravanas de entrada a Málaga. No en vano, la zona registra cada día la afluencia de unos 150.000 vehículos, lo que lo convierte en uno de los principales puntos negros de la red viaria malagueña. Para entonces, la afluencia de visitantes era considerablemente menor.
El acto oficial de apertura se produjo a primera de la mañana, con la asistencia del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, el consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Sergio Moreno, y el embajador de Suecia en España, Anders Rönquist. En lugar de cortar una cinta, las autoridades colaboraron para cortar un tronco, un acto que resulta tradicional en Suecia en este tipo de ocasiones. A continuación, De la Torre y Moreno compitieron por ver quién era el más rápido en montar una silla.
Aunque el grueso de los asistentes procedía de la capital, a la inauguración también acudieron numerosas personas de la Costa del Sol, del interior y de provincias como Granada y Córdoba.
FUENTE: DiarioSur
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