La Jefatura Superior de Policía de Valencia ha aprobado el cese fulminante del jefe del grupo de Homicidios de ese organismo, el inspector J. G., pese a que, en los escasos cuatro meses en que este agente ha desempeñado el cargo, fueron resueltos nueve de los diez homicidios que se produjeron, así como otros tres ocurridos el año pasado, a los que se añaden varios casos más como abortos o tentativas de homicidio.
El modo en que se ha producido esa destitución ha generado sorpresa entre los sindicatos y entre los propios compañeros del inspector, que acumula una hoja de servicios con más cien felicitaciones públicas y varias condecoraciones, según han confirmado fuentes sindicales.
El inspector J. G. fue nombrado jefe del grupo de Homicidios de Valencia -con anterioridad era jefe del grupo de venta de estupefacientes al menudeo- en febrero pasado, después de que su antecesor en el cargo ascendiera jefe de sección de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) de Valencia.
En ese periodo, uno de los más violentos de los últimos años, se produjeron diez muertes violentas. Todas fueron resueltas y los detenidos enviados a prisión por los distintos jueces, salvo una, la de un joven presuntamente asesinado a tiros por un sicario en el aparcamiento subterráneo de su casa, en la calle Tres Forques de Valencia.
Además, el citado inspector y los agentes a su cargo esclarecieron definitivamente -con tres nuevas detenciones- dos casos parcialmente cerrados, el asesinato a golpes de bombona de butano de un septuagenario a manos, supuestamente, de tres de sus sobrinos y el de Conchita Gadea, una septuagenaria de la alta sociedad valenciana, que falleció de un infarto mientras su asistenta y el novio de ésta desvalijaban presuntamente su domicilio, no sin antes haberla golpeado y obligado a firmarles un cheque por valor de 3.000 euros.
La muerte de Conchita, emparentada por vía política con los Serratosa y otros personajes de la vida pública y privada valenciana, suscitó un enorme interés en la jefatura de Policía por ser resuelto con éxito en el tiempo más breve posible.
Tras el cese en la jefatura de Homicidios, el citado inspector, que obtuvo su plaza en la brigada de policía judicial por concurso específico de méritos, ha sido nombrado jefe del Grupo de Coordinación de los Dispositivos, aunque sin policías a su cargo, según las mismas fuentes.
Su cometido es de carácter administrativo, ya que debe fijar los operativos de refuerzo en la erradicación de los delitos más comunes, tales como los robos, los atracos, los tirones o los hurtos, y supervisar después los pagos a los policías que han colaborado en esos servicios extraordinarios.
Baja voluntaria
Apenas una semana después de la destitución del inspector J. G., presentó la baja voluntaria en el grupo de Homicidios uno de sus policías más veteranos. Este subinspector, uno de los mayores expertos en la resolución de muertes violentas y baluarte del grupo de Homicidios de Valencia, donde ha permanecido más de una decena de años, ha sido recolocado como jefe de uno de los cinco turnos de la Inspección Central de Detenidos, el lugar por el que desfilan todos los arrestados por la policía nacional o local, sea por el delito o la falta que sea.
FUENTE: Levante-EMV
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