Aún más morro que el anterior le echó un conductor de ambulancia que con un grupo de amigos y allegados en su interior logró sortear los férreos controles de seguridad del Estadio y acceder casi hasta el mismo escenario donde Madonna bailaría y cantaría unos minutos después. Alguien finalmente tuvo un pálpito y llamó al 061. La respuesta fue negativa y a esta ambulancia privada que no transportaba ni recogía enfermo alguno sino a un grupo espectadores sin entrada, fue invitada a abandonar el recinto de la Cartuja. No se sabe si tuvieron que comprar alguna entrada en taquilla para ver el concierto o adquirieron en la reventa algunas de las entradas VIP de 150 euros que la ley de la oferta y la demanda dejaba hacia las 9 de la noche a menos de 40 euros.
Buen dispositivo
Por lo demás, el dispositivo de seguridad funcionó de forma muy satisfactoria, al igual que el servicio de lanzaderas puestas en marcha por Tussam y todo el dispositivo de tráfico y aparcamientos. Según una nota de prensa del Ayuntamiento, unos 500 efectivos participaron en él, «que funcionó a la perfección desde todos los puntos de vista: seguridad, movilidad, limpieza, servicios sanitarios y logística en general».
El aparcamiento P1 se llenó con 7.000 vehículos y unos 9.000 ocuparon el 70 por ciento del P3. Unos 600 coches aparcaron en el recinto cedido por Isla Mágica y el P2 (bicicletas y motos) se llenó por completo.
El 061 realizó 15 asistencias y el dispositivo médico atendió a 37 personas «in situ», de los cuales 5 fueron trasladados a centros hospitalarios.
Quince toneladas de basura
Se recogieron, según el Ayuntamiento, 15.560 kilogramos de basura en los alrededores del Estadio Olímpico, Las 26 lanzaderas de Tussam, más 78 autobuses cargados en la cabecera de este servicio, en el que participaron 34 personas,transportaron a más de 16.000 viajeros.
FUENTE: ABC
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