Los platos van cambiando según el día de la semana: alubias y pollo; garbanzos lebaniegos y colas de rape; sopa de la abuela y muslo de pavo en salsa; lentejas estofadas y pescado del día... Una cocina tradicional que se sirve desde las 13.30 a las 15.30 horas y, que en estos primeros días, ya ha 'captado' un buen número de clientes. Aunque ese no es el objetivo de Ramón Isabel: «Razones no me faltan para ofrecer estos precios aunque mi principal objetivo es ayudar a la gente y hacer un poco más fáciles estos tiempos de crisis».
Los que le conocen, lo corroboran, pues este hostelero natural de San Vicente de la Barquera, lleva 25 años al frente de otro emblemático restaurante de Santander: el Peña Candil. «Este es otro motivo para llevar a cabo la iniciativa de menús baratos en el Don Ramón. Me parece una forma bonita de celebrar las bodas de plata en este trabajo. Pero no me gusta que me llamen hostelero. En realidad, me considero un tendero, de los de toda la vida.», asegura con una gran convicción.
También repite que este tipo de actividades le proporcionan una nueva motivación y debe ser verdad, porque mientras habla se le iluminan los ojos. «Para qué voy a engañarte, si en realidad lo que a mi me gusta es tener esto lleno. Pero no pensando en el negocio, que yo la 'letra' ya la tengo pagada, lo que me encanta es poder charlar con los clientes. Me ilusiona mucho», señala.
Buenos amigos
A cambio, él 'discurre' cada día con que llenar los platos. «Y eso que no sé ni freír un huevo. El secreto está en saber compaginar los alimentos y, sobre todo, en tener buenos amigos en los comercios que me ayudan con las compras», dice.
Este tipo de menús se servirán, al menos, hasta finales de año y, aunque se puso en marcha el pasado lunes, Ramón ya tiene un buen número de anécdotas para contar en la barra de su establecimiento.
«Es curiosa la cara de incredulidad de la gente que se detiene en la calle, en la puerta del restaurante, para mirar el cartel -señala-. El martes le prometí a un matrimonio que no se decidía a entrar que si no le gustaba la comida no se la cobraba. Les encantó, pagaron y hasta me abrazaron cuando se fueron. También tengo clientes que vinieron el primer día solos y luego regresaron con sus amigos. La publicidad siempre viene bien pero lo mejor es el 'boca a boca'».
A la tradicional clientela se suman nuevas caras. «La mayoría son trabajadores de esta zona. Pero no son los únicos. Es curioso, pero estos últimos días han venido bastantes señoras mayores que han visto el anuncio en prensa y que llegan de distintos puntos de la ciudad», explica.
A muchos de ellos les espera aún otra sorpresa. Si el menú del día no les satisface y disponen de más euros también pueden probar los suculentos platos latinos que elabora la cocinera colombiana Maly Luna ya que Don Ramón también está especializado en comida criolla. «Tengo 65 años y llevo trabajando desde los 13. Así que lo que me motiva en esta profesión es probar cosas nuevas. Lo importante es no pasar desapercibido», concluye el tendero barquereño.
FUENTE: ElDiarioMontanes
0 frikicomentarios