No es un secreto. Desde hace algo más de dos semanas los conductores que circulan en dirección Málaga por la autovía A-7 se topan a la altura de Puerto Banús con una valla de enormes dimensiones que alerta de la presencia de un radar fijo en el margen derecho de la calzada. En concreto, el dispositivo está ubicado aproximadamente en el kilómetro 176 de la antigua carretera nacional 340, en la recta frente al campo de golf La Dama de Noche, antes de llegar al túnel; una vía en la que el límite de velocidad permitido es de 120 kilómetro horas, según indican las señales.

Se trata del primero radar fijo que la Dirección General de Tráfico instala en el término municipal de Marbella. Los más cercanos son los dos ubicados en ambos sentidos de la A-7 pero a la altura de La Cala de Mijas -uno junto a la Venta La Butibamba y el otro a la altura del Faro de Calaburra- o el de Parque Antena, en Estepona. A estos estaba previsto que incorporara otro más, pero en este caso en una carretera secundaria: en el kilómetro siete de la A-397, que une San Pedro Alcántara con Ronda, una vía muy conflictiva y en la que se suceden los accidentes mortales cada año, especialmente de personas que circulan en moto.