La versión americana de ‘The Office’ nació como una adaptación de la popular versión británica original, creada por Ricky Gervais y Stephen Merchant para la BBC y que incluso llegó a ganar dos Globos de Oro. La crítica, muy a favor de ésta, se mostraba por contra bastante desfavorable a la idea de que la NBC la versionara. De hecho, la propia cadena no mostraba demasiada confianza en ella, ya que la estrenó como un reemplazo de midseason de una sitcom desconocida.
Su primera temporada tan sólo constó de seis episodios, con un estilo muy similar a la versión original (y en ocasiones con capítulos casi calcados). Pese a tener una buena audiencia en su estreno, después de que la NBC la moviera a los jueves el número de espectadores empezó a decaer. Una media de apenas 5 millones hizo que todo el mundo comenzara a temer por el futuro de la serie: la cancelación estaba cerca.
Pero entonces llegó la sorpresa: la serie, que la gente no seguía de manera tradicional por televisión, era un auténtico éxito en iTunes. En palabras de uno de los ejecutivos de la cadena, les dio la oportunidad de ver otra forma más de medir el éxito de una serie que no fueran las audiencias medidas por Nielsen. El hecho de que la serie estuviera disponible por otros medios no tradicionales no sólo les produjo unos ingresos extra, sino que ayudó a aumentar la popularidad de la misma y ya en la segunda temporada, cuando comenzaron a desmarcarse un poco de la versión británica, la audiencia media subió hasta unos meritorios 9 millones de espectadores.
Esta tendencia se mantuvo en la tercera y cuarta temporada, para consolidarse aún más en la temporada actual que, si bien para muchos está siendo algo flojilla, sigue manteniéndose entre lo más visto de la NBC. De hecho, junto a ’30 Rock’ fue de las únicas series a las que la cadena concedió una renovación anticipada para la próxima temporada.
Comenzó tambaleándose e incluso estuvo a punto de ser cancelada, pero cuando termine esta quinta temporada tendrá en su haber 100 episodios, un Globo de Oro y un Emmy a la Mejor Comedia y multitud de nominaciones a otros premios. ¿Qué le falta? Que desde los Emmys reconozcan de una vez el genial trabajo de Steve Carell y le den su merecido Emmy a Mejor Actor de Comedia, tras tres años de nominaciones sin premio. Parece que tendremos The Office para rato, así que tiene tiempo a conseguirlo.
FUENTE: VayaTele
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