En Estados Unidos hace menos de un año había poco más de 800 cines preparados para el 3D; hoy ya hay más del doble. España no quiere ir a la zaga y los cines equipados al efecto superan ya la centena con un crecimiento que hace pensar que antes de terminar 2009 se alcanzarán los 150. En ambos casos aún no suponen ni el 10% de las salas y el gasto de adaptar la sala asciende a más de 40.000 euros.
Para muchos analistas, el crecimiento de la producción de películas en este formato no ha sido equivalente al aumento de salas, y por ello muchas películas pensadas para este formato se han visto obligadas a lanzar copias en formato tradicional, perdiendo gran parte de la idea del film. Tampoco para el bolsillo del espectador el asunto es fácil; en España el coste del ticket en 3D se incrementa un 31%, hasta una media de 8,2 euros. En Estados Unidos la variación es algo más moderada y se sitúa en un plus del 23-24%. Gracias a todo esto, el cine en 3D se ha convertido en la gallina de los huevos de oro tanto para los cines como para productores y distribuidores. La seducción de esta 'atracción' es muy elevada y más en tiempos de crisis en el que el ocio cinematográfico es el que manda.
El pasado fin de semana se estrenó en Estados Unidos 'Up' con una cifra espectacular de 68 millones de dólares. Salía con más de 3.700 copias, de las cuales 1.500 eran en 3D con un resultado de 35 millones. Las copias en este formato lograron 22.800 dólares de media, mientras que las de formato tradicional se quedaron en 14.780 dólares, un 54% menos. Hace un par de meses pasó algo similar con 'Monstruos contra alienígenas' y en Navidad 'Bolt' también dejó claro que el cine 3D rinde mucho más con mucho menos. Pero no es oro todo lo que reluce, ya que la promoción del cine de animación es siempre muy costosa (su público potencial —los niños— tiene que ser consciente del lanzamiento) e intentar un estreno con 1.500 copias supone que los gastos de promoción equivalgan a salir con 4.000. El caso de 'Battle for Terra' dejó claro que salir sólo en 3D puede ser un desastre si se reduce la promoción. 'Terra' se lanzó con 1.000 copias y apenas recaudó 1 millón de dólares, un fracaso que demuestra que el cine infantil no es cosa de niños.
España no es ajena a todo esto y se han visto similares comportamientos. 'Monstruos contra alienígenas' se estrenó aquí hace un mes y medio con más de 500 copias, 87 de ellas en 3D. Paramount recaudó 2 millones de euros, de los cuales 880.000 pertenecían a este formato, produciéndose una diferencia acusada entre ambas opciones. En 2D 'Monstruos' lograba 2.490 por cine, mientras que las copias en 3D alcanzaban los 10.000 euros. El 15% de las copias lograban el 44% de la recaudación, un dato que da que pensar. En este caso hay que indicar que Paramount colocó además copias en 2D en todos aquellos cines donde estaba en 3D (para multiplicar el número de pases), algo que no favorece al rendimiento de las cintas. A fecha de hoy, 'Monstruos contra alienígenas' lleva recaudados en España cerca de 10 millones de euros, de los cuales más de 4 se han logrado con las copias 3D.
'Coraline', el último caso
Ahora es cuando toca hablar de 'Los mundos de Coraline'. La película de Universal llega el viernes a nuestras carteleras, y lo hace con 326 copias, de las que 91 serán en formato 3D. ¿Qué pasará? Lo cierto es que la cinta llega precedida de gran éxito en países como Estados Unidos, Reino Unido y México, pero al contrario de lo que se ha visto en 'Monstruos contra...' o 'Bolt', 'Coraline' tiene un aspecto menos infantil y esto podría ser su piedra en el camino.
España no siente una gran afinidad por los productos infantiles inusuales, y la apuesta de Universal lo es debido a sus grandes dosis de oscuridad. Pero el 3D hasta ahora ha sido una atracción potente, y en esta ocasión, la marca del director de 'Pesadilla antes de Navidad' podría acarrear una importante legión de seguidores, así como curiosos cinéfilos llamados por las buenas críticas. Universal ha puesto muchas ganas para mostrar grande y seductora la película a ojos de su público más objetivo, el de 8 a 13 años, que ahora mismo no tiene grandes opciones de ocio y menos en 3D.
Está claro que el formato no es la clave del éxito sino que detrás tiene que haber un trabajo de marketing importante, suficiente para justificar el coste de la entrada. El público infantil es uno de los más difíciles y su cine es costoso. Equilibrar gastos de producción y distribución y beneficios, ahí está el truco.
FUENTE: Soitu
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