"Cuando alguien nos deja, no abandona ni nuestra memoria ni nuestra red social" ha escrito Max Kelly, responsable de seguridad de Facebook, en el blog corporativo de la empresa. "Para reflejar esta realidad -ha dicho- hemos creado la idea de 'perfiles conmemorativos' como un lugar donde la gente puede guardar y compartir los recuerdos de aquellos que han fallecido".
Los perfiles son privados y, para evitar bromas pesadas, hay que suministrar a Facebook una prueba de que conocemos realmente a la persona y enlaces que prueben su muerte -como una necrológica publicada en prensa- si queremos que nuestro allegado entre en este peculiar panteón. Paralelamente, Facebook se compromete a retirar la información personal del difunto disponible en el portal para evitar a sus seres queridos el mal trago de ver regularmente su foto o sus antiguos mensajes.
La red social introdujo recientemente una nueva función que sugiere a los usuarios que ayuden a otros miembros a incrementar su actividad en Facebook y se han dado casos de personas a las que se animaba a sugerir nuevos contactos a amigos ya muertos. "Estas cuentas conmemorativas también evitan que alguien acceda a ellas en el futuro, pero siguen permitiendo que la familia o los amigos dejen mensajes de recuerdo en su muro", ha añadido Kelly en el blog.
Nuestro legado en Internet, un negocio
Las redes sociales son un fenómeno relativamente nuevo pero, obviamente, algunos de sus miembros van dejando este mundo y su número no hará más que elevarse si se tiene en cuenta que la media de edad de sus usuarios aumenta. En Facebook, el grupo demográfico que más crece no es el de los adolescentes o los universitarios sino el de las mujeres de más de 55 años, según un estudio publicado este verano. En LinkedIn, una popular red social de contactos profesionales, la media de edad ronda los 40 años.
A medida que nuestra vida online aumenta, crece el número de ideas originales para gestionar nuestro legado en internet cuando ya no estemos y muchos están viendo en este campo interesantes oportunidades de negocio. Con tarifas que rondan los 25 dólares anuales, varias compañías estadounidenses ofrecen la custodia de las claves de nuestro universo online, que serán entregadas a nuestros descendientes sólo cuando nosotros faltemos.
Lo más acuciante en estos casos suele ser acceder a la cuenta del banco en internet pero nuestro legado virtual es mucho más amplio. ¿Ha pensado qué ocurrirá con todos esos contactos que sólo cuidamos en las redes sociales y a los que nadie podrá notificar nuestra desaparición? ¿O con los cientos de fotos irrepetibles colgadas en páginas como Flickr?
Hay páginas como Slightly Morbid que permiten también crear una lista de personas a las que deseamos que se notifique que hemos fallecido o simplemente sufrido un accidente que nos impide acceder a la red. Mike y Pamela Potter, una pareja de Colorado, tuvieron la idea de crear este servicio cuando un amigo al que sólo conocían en internet dejó de dar señales de vida. Los Potter dieron por muerto a su contacto, pero resulta que sólo estaba tomando unas largas vacaciones en un lugar sin acceso a la red.
FUENTE: DiarioSur
Gracias, Gustav
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