El histórico jugador y uno de los mitos de la NBA, que cuenta con 62 años, ha confesado que su médico no le dio ninguna garantía, pero que le dijo que tenía "una oportunidad muy grande de vivir". "No debes hacer cambios drásticos a tu estilo de vida", ha añadido.
"Nunca fui una de esas personas que compartían su vida privada, pero puedo ayudar a salvar vidas. Me sofocaba y transpiraba de manera regular. Eso no es normal, incluso para mi edad", ha apuntado durante una rueda de prensa en Manhattan. Un examen indicó que sus glóbulos blancos estaban muy altos y un doctor diagnosticó de manera inmediata su enfermedad. "Tenía miedo. Creí que era todo lo mismo. Que me quedaba sólo un mes de vida. Esa fue mi primera pregunta. ¿Podré lograrlo?", ha explicado.
De todos modos, los doctores le informaron que su tipo de leucemia es tratable con una medicación, siempre y cuando esté controlado. "Hay esperanza. Esta condición puede ser tratada. Uno puede seguir viviendo una vida productiva, completa. Vivo para probarme que puedo lograrlo", ha subrayado.
FUENTE: CadenaSer
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