Pese a que todo se teñía de color de rosa, pronto vendrían las dificultades. Lima cuenta que "no cobró un duro desde el año 1995 hasta el 2000". Tenía que trabajar fuera del fútbol para costearse "el abono transporte o las botas repartiendo publicidad en el Metro, mientras otros jugadores cobraban 400.000 pesetas al mes".
Adaptándose al país, logrando peldaño a peldaño su objetivo, Lima sufre un duro golpe después de recibir una llamada de Senegal. Su madre sufría cáncer de mama y el jugador buscó soluciones. Lima recuerda con tristeza aquellos momentos: "Me enteré de que si mi madre venía a España se curaría, así que me fui al Calderón a pedir dinero para un billete de avión que pudiera traerla. Me dijeron que no y poco después murió. Mi madre murió por 83.000 pesetas".
Roto por dentro, el jugador atlético volvió a las oficinas a solicitar un préstamo para poder volar a Senegal al funeral de su madre. "Llevaba cinco años fuera de mi país y mi madre había muerto, pero tampoco me dieron el dinero".
Sigue la pesadilla
Decepcionado por los acontecimientos, Lima sale del Atlético y busca un futuro lejos del Manzanares. Tras un gran año en el Consuegra, el Real Madrid se fija en él: "Estaban muy contentos conmigo e incluso llegué a entrenar con el primer equipo".
Vicente del Bosque y Paco de Gracia fueron sus valedores, pero el conjunto blanco recibe una llamada del Atlético de Madrid en la que pide derechos de formación, por lo que le recomiendan que vuelva al conjunto rojiblanco. El propio Gil Marín le reconoció que había estado revisando su historial y le consideraba un jugador importante, pero la realidad fue bien distinta.
Una vez de vuelta al Calderón, las sospechas sobre un posible registro en las oficinas hacían que el club prefiriese tener cerca a posibles jugadores relacionados con contratos sospechosos. Un mes después de regresar, se produjo el Caso Atlético y Lima estaba implicado: "Me hicieron un contrato para tenerme controlado. Me prometieron que después del contrato, me pagarían y podría volver con mi familia". En Senegal, una familia de doce personas dependía de su salario, aguantando con una comida al día.
Pero eso no pasó. Después de estar un tiempo sin ni siquiera tener ficha en el primer equipo o el filial, el Atlético le cede al Badajoz, en Segunda división. Lima confiesa que "el Atlético era el que me pagaba, no querían que nadie más me pagase". Pero el contrato entre Atlético y Badajoz tuvo irregularidades y un error revelaba que los dos equipos le pagaban. Un fallo por el que ahora tiene que abonar a Hacienda 100.000 euros.
Mensaje para la afición
Si algo tiene claro el senegalés es que ama los colores rojiblancos: "Quiero que la gente sepa que he sudado esta camiseta gratis durante cinco años. Me han escupido, insultado y tirado piedras, pero yo la siento como mía. Mi intención no es hacer daño al Atlético, porque mi problema es personal con Miguel Ángel Gil Marín".
Mirando hacia el futuro, Lima tiene algo claro: "No quiero volver a Senegal a pasar hambre". Pero el fútbol le ha marcado para mal y ha perdido la ilusión: "Yo quiero dejar el fútbol, está todo inventado y es una mentira. Al estar implicado en el Caso Atlético, los equipos no te quieren. Me han cerrado muchas puertas".
La intención del ex jugador rojiblanco era la de iniciar la huelga de hambre. Sin embargo, después de un viaje a Madrid y conseguir que su caso sea conocido por el juez Garzón y por el Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, cree que "lo mejor es esperar y ver qué es lo que sucede". Incluso la FIFA ha hablado con su representante prometiendo que estudiarán el caso.
Lima va más allá: "A mí me da igual que venga alguien y me mate o me den una paliza, pero quiero que todo el mundo sepa lo que han tramado. Voy a ir hasta el final". Mientras tanto, intentará volver a la normalidad en Elche, donde juega en la actualidad en el Torrellano, de Tercera división.
FUENTE: EuroSport
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