El paso de la infancia a la vida adulta, la pérdida de la inocencia por parte de Holden Caulfield, protagonista de El guardián..., ha cautivado a generaciones de lectores identificados con el personaje. Todavía es una novela que vende varios cientos de miles de ejemplares al año. Quizá parte de la fascinación sobre esta novela se deba también al halo de misterio que ha rodeado a su autor. Una de las pocas imágenes que de él se conservan lo muestran en actitud amenazante contra el fotógrafo. Huyó de los focos y del ruido mediático, quizá por ello despertó la curiosidad que despierta un ejemplar en peligro de extinción.
Salinger vivió su infancia en Park Avenue, Nueva York, junto a su hermana, Doris. Su padre, empresario jamonero, era judío; su madre, de origen irlandés. Tras recibir formación militar en una academia de Pensilvania, y sin sobresalir en los estudios, Salinger viajo a Europa: París, Londres, Varsovia... Comenzó a hacer sus pinitos en la literatura, pero sus cuentos no encontraban quien los publicara.
Luchó como voluntario en la Segunda Guerra Mundial. Desembarcó en Normandía. Antes de partir al frente dejó un relato a The New Yorker (su revista de referencia). No sería publicado hasta acabada la contienda, en 1946.
FUENTE: ElPais
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