El ejemplo más reciente lo tenemos en el ayuntamiento de Plovdiv, en Sofía, Bulgaria, donde el concejal Dimitar Kerin, del partido nacionalista Ataka1, fue destituido tras perder una moción de censura llevada a cabo por sus compañeros, hartos de su irrefrenable adicción al dichoso Farmville del mal, que le llevaba a pasarse las reuniones del consejo dándole de comer a sus patos de píxeles y ordeñando a sus vacas digitales. Así pues, el resto de concejales acordaron que Kerin «necesitaba más tiempo para dedicarlo a su granja» y el resultado fue una patada colectiva en su búlgaro trasero.
El ofendido funcionario, sin embargo, no se fue sin hacer ruido, y según leemos en Novinite, «se defendió diciendo que no era el único miembro del consejo que se dedicaba a regar plantas virtuales, y aseguró que él sólo había alcanzado el nivel 40, mientras que la concejala del partido demócrata Daniela Zhelyazkova estaba ya en el 46».
FUENTE: AnaitGames
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