Los agentes acudieron al lugar, el aljibe del Zenete, tras la llamada de un vecino advirtiendo del suceso. El mayor de los grafiteros salió corriendo nada más advertir la presencia de los policías, dejando atrás su mochila. El otro fue retenido por los agentes, que lo atraparon en plena pintada, con el spray en las manos y manchado de pintura.
Los agentes examinaron las mochilas de ambos menores, encontrando una cámara de fotos en la que había varios retratos a cara descubierta de los niños junto a la pintada, destinados, al parecer, a ser colgados en Internet para presumir de la 'hazaña'. El grafito, además, representaba las firmas de ambos a gran tamaño, casi cinco metros.
El menor retenido dio sus datos y el teléfono de sus padres, a los que se dio aviso para que compareciesen en dependencias policiales, mientras que los del huido se consiguieron acudiendo al centro educativo donde ambos estudian, identificado gracias a la mochila.
Cuando el joven de 17 años acudió junto a su padre a comisaría, acabó admitiendo la autoría. Además de las fotos y el testimonio de su compañero, aunque se había lavado las manos a conciencia los agentes identificaron claramente restos de pintura amarilla bajo las uñas, el mismo color del bote de spray que se le cayó al suelo mientras huía.
FUENTE: ElMundo
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