No estamos ante una historia muy original pero está contada de manera divertida, dinámica y con un esquematizado guión. Junto a un más que aceptable reparto funciona bastante bien y no decae en ritmo. Buena aportación de una banda sonora conocida que da su punto fresco a la cinta.

Debido a la amalgama de género que comentaba pierde la oportunidad de profundizar más en reflexiones que pone en la palestra y que son interesantes para el panorama televisivo actual. La apuesta por un entretenimiento con pérdida de calidad, frente a unos contenidos más serios, por la conquista de las audiencias. Podemos verlo como una crítica porque lo expone, pero no ahonda demasiado en ello.

Se agradece que la vida sentimental de la protagonista principal quede en un segundo plano en detrimento del desarrollo de la trama principal: la misión de reflotar el matinal televisivo y la búsqueda de la fórmula para que surja la química entre sus dos veteranos presentadores. Si no la suma de tópicos de comedias amorosas americanas quedaría demasiado patente.

En cuanto a las interpretaciones, la que más me gusta es Diane Keaton, Rachel McAdams lo hace bien pero no me la termino de creer del todo, y Harrison Ford, al que nunca había visto actuando en este tipo de géneros me dijo muy poco. Importante para los puntos de humor los pequeños papeles de los personajes secundarios.