Este singular producto, que ya empieza a conocerse internacionalmente se denomina "Countryside air to go” (algo así como aire de campo para ir), fue concebido por la creativa Daniela Dorrer (que vemos en la imagen), originaria de la localidad bávara de Adlkofen en Alemania y dice que su producto está destinado a ayudar a las personas que nacieron y se criaron en el campo, pero que más tarde se trasladaron a una zona urbana.
"El Stall Duft pretende ayudar a superar la nostalgia sobre todo en personas melancólicas", dijo Daniela. Todo lo que tienen que hacer es quitar la tapa, meter la nariz y al instante con los efluvios emanados recordarán los maravillosos días sin preocupaciones que pasaron en el campo alemán, rodeados de los pedos del ganado. El producto Stall Duft, que pasa por rigurosos controles de calidad, según sostiene su creadora, contiene sustancias odoríferas textiles que conservan ese olor del país durante mucho tiempo, permitiendo a los clientes disfrutar del aroma durante varias tomas.
Esta idea está superando con creces las perspectivas de Daniela Dorrer que lleva vendidas varios miles de latas tanto en Alemania como en Austria. Incluso ha decidido abrir una página web stallduft.de donde se le acumulan los pedidos y las consultas. Muchos clientes ya preguntan también si podría lanzar al mercado otros olores como pedos de caballo, pedos de cerdo, estiércol y paja. Naturalmente, estas ideas no han quedado en saco roto, porque en marketing no gana nadie a Daniela.
Una lata de auténticos "pedos de vaca" originales cuesta 5,95 euros; incluso se anuncia como un regalo perfecto para alguien que nunca ha estado en el país antes y quiere saber cómo huelen los pedos de vaca de Bavaria. Aunque de momento, las latas Stall Duft solo se venden en Alemania y Austria, pronto estarán disponibles en otros países.
0 frikicomentarios