Es de esas películas regulares pero no irregulares, del género dramático pero que no es un drama como las demás cintas, con sus toques de humor aunque no de carcajadas, con historias no muy habituales pero que se pueden dar, con unos personajes cotidianos con problemas, como todos y todas, pero que por cada minuto que pasa, se hacen más profundos, con toques románticos pero no empalagosos. El único fallo que le encuentro es que, cuando lleva gran parte del metraje, el ritmo baja y se hace lenta.

Te quedas con un "buen sabor de boca", con ganas de ver y saber más de los personajes, compuesto con un reparto con actores de series o pocos conocidos con un Josh Radnor como protagonista que consigue, tras varios minutos, hacernos olvidar su personaje de "Como conocí a vuestra madre". Recuerda mucho al cine de Woody Allen de sus buenos tiempos pero es sólo un aire, es decir, que le queda mucho para ser como lo mejor del neoyorkino. Ojo a la banda sonora original, compuesta con canciones que le van mucho al estilo de la película.