El pasado sábado 9 de julio, el muñeco se cayó de la sillita de paseo cuando caminaban hacia el restaurante del hotel Finisterre para celebrar su aniversario de boda.
Cuando se dieron cuenta de la pérdida, la niña se puso a llorar y sus padres buscaron al peluche por todo el recorrido sin resultado. Fue entonces cuando decidieron poner carteles en los muros y en los parabrisas de los coches con la foto del muñeco ofreciendo una compensación económica a quien lo encuentre.
Una semana después todavía no los ha llamado nadie, pero se han marchado de vacaciones con la esperanza de que suene el teléfono.
FUENTE: 20 Minutos
Gracias, Noé
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