Renee Armstrong, una joven de la ciudad de Denver había sido elegida por Jamie y Johnatan, sus amigos de toda la vida, para ser la Dama de Honor en su casamiento. Pero la muchacha no pudo asistir a la ceremonia por encontrarse a más de 2000 kilómetros del lugar. Sin embargo, gracias a la tecnología, la señorita no se perdió la boda. Por medio de un iPad sostenido por un amigo que sí estaba en el lugar, y a través de su webcam, Renee no sólo presenció la boda, sino que formó parte de ella. ¡Y hasta participó de las fotos!
"Fue todo muy emotivo", declaró Armstrong desde la pantalla una vez concluida la ceremonia. "Inclusive se me cayeron algunas lágrimas", finalizó la emocionada Dama de Honor a distancia, justo antes de que se corte la transmisión por falta de señal de Internet.
Habria sido una gran idea para una boda a la que fui recientemente... :))