"Kim tenía dolores de cabeza y el médico le iba a quitar los tres quistes y biopsiarlos, cuando algo fue mal. Mi hija está ahora en una unidad de quemados y aún no sabemos lo que ha pasado. Nadie me dijo por qué o cómo le ha pasado esto”, explica Ann, la madre de Kim. La joven sufre quemaduras de segundo grado en su cuello y su cara.
"Un ‘fogonazo’ es básicamente un fuego que se inflama y se extingue. El fuego ya se había apagado cuando nuestra gente llegó", explica el jefe de bomberos. El hospital se ha disculpado por el incidente. "Estamos investigando para saber qué pasó en un deliberado esfuerzo para prevenir que este tipo de sucesos ocurran de nuevo", señala un portavoz del hospital en un comunicado.
Las autoridades del hospital no han revelado aún qué causó el incendio, aunque este tipo de accidentes en quirófanos suelen ser causados por el calor producido por herramientas como el láser y se alimentan de alcohol, oxígeno y vendas quirúrgicas.
La madre de Kim, Ann, se mostraba furiosa tras el incidente. "Yo firmé una autorización para que hicieran lo que tuvieran que hacer con una cirugía de rutina. No firmé que podrían prenderle fuego a su cara", dijo al periódico local Northwest Florida Daily News. "Kim me dijo que la despertaron y todo el mundo a su alrededor estaba histérico. No sabe qué le pasó".
"Aún no le he permitido ver su cara o tocarse la cara. Es un chica muy guapa, mi única hija, y no sé qué contestarle", se lamenta Ann. "Tiene muchas náuseas y creo que está en estado de shock. Todos lo estamos", añade.
FUENTE: Telecinco
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