Esta peculiar máquina expendedora envía señales WiFi en un radio de 50 metros que permiten conexiones de hasta 30 minutos, según informan Techcrunch y la página web del distribuidor.
La señal, accesible con múltiples dispositivos, está abierta y no requiere contraseña ni comprar un producto en la máquina. Los usuarios sólo tendrán que ver, una vez identificados en la conexión WiFi, cierta información sobre puntos, productos o tiendas locales.
A lo largo del año que viene, Asahi Soft Drinks espera ubicar 1.000 máquinas por todo Japón con el objetivo de poner en las calles 10.000 en cinco años. Un objetivo ambicioso para la propietaria de más de 250.000 máquinas expendedoras en todo el país.
FUENTE: El Mundo
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