En 2009, Ronald Ball, un hombre de Illinois, declaró que al estar bebiendo una lata de Mountain Dew obtenida de una maquina expendedora, había notado un sabor inusual y desagradable. Entonces, notó que dentro del envase se encontraba nada menos que un ratón.
En teoría, el hombre demandó una explicación y una compensación de parte de Pepsi. Para ello, les envió el cadáver del roedor. Y, según Bell, la empresa destruyó al animal mientras le realizaban pruebas, lo que los puso en una batalla legal que todavía no ha llegado a juicio.
En estos ires y venires entre Bell, que pretende demandar y Pepsi, que pretende defenderse, la compañía presentó un argumento que podría dar carpetazo al asunto. Según Pepsi, habría sido imposible que el hombre se encontrase con el cadáver de un ratón dentro de la lata, debido a que dadas las características del Mountain Dew, se habría disuelto por completo, tomando en cuenta las fechas de envasamiento y puesta en circulación.
Hay dos puntos preocupantes. Primero: si de verdad hubo un ratón dentro de la lata ¿cuál es el control de calidad de las envasadoras y qué tan sucias deben estar como para tener plagas en lugares que deberían ser completamente asépticos? O, segundo: ¿de verdad Pepsi acaba de reconocer que uno de sus productos es tan corrosivo que podría disolver un ratón completo? Y más allá de eso ¿qué pasa con la gente que consume este tipo de bebidas?
FUENTE: VeoVerde
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