El joven, de la ciudad de Taipei, llegó al local de videojuegos el martes por la tarde y llevaba jugando 23 horas seguidas cuando fue encontrado desplomado sobre el teclado y con su mano sobre el ratón. Los empleados del local se alarmaron cuando lo vieron varias horas en la misma posición, e intentaron desperarlo, creyéndole dormido, pero se dieron cuenta enseguida de que el joven no respiraba, y avisaron a la policía.
Durante las 23 horas en que Chen Rong-yu jugó a League of Legends, apenas se levantó para ir al baño y no comió ni bebió nada. Es ya algo bastante frecuente este tipo de desgraciados sucesos en jugadores compulsivos de videojuegos. En julio del año pasado, otro joven, Chris Staniforth, falleció en el Reino Unido por un coágulo de sangre producido tras una maratoniana jornada de videojuegos similar a la que ha acabado con la vida del joven chino.
Este tipo de sucesos nos hace preguntar hasta qué punto puede lograr la tecnología que nos evadamos de la realidad y que desechemos nuestro propio mundo por uno virtual. Jueguen a videojuegos, pero siempre sin exceso, y salgan a dar un grato paseo tras varias horas de diversión electrónica.
FUENTE: El Geek
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