Se desmayó y está "hecha polvo". Hazel Loveday, madre soltera y conductora de autobús de la compañía Stagecoach en Kettering, Northamptonshire, a 130 kilómetros al norte de Londres, dejó de ganar los 45 millones de euros (38 millones de libras) que el sorteo de la semana pasada de Euromillones dejó a sus 12 compañeros en la empresa porque, dijo, no podía pagar las dos libras que cuesta la apuesta, explica el Telegraph.
Loveday, de 36 años, decidió salir del grupo con el que jugaba cuando su organizador, Chris Smith, quisó también entrar a apostar en la lotería irlandesa y aumentar así el dinero apostado. Charles Connor, uno de los ganadores del premio, ha explicado. "Nos sabe muy mal por Hazel pero qué le vamos a hacer. Tienes que estar dentro del grupo para ganar", ha explicado a la prensa británica. "Lo que le pasa a Hazel no tiene nada que ver con que hayamos ganado la lotería porque el jueves -el día antes del sorteo- ya se encontraba mal", ha señalado Connor.
Por el contrario, un amigo de Loveday ha relatado al Daily Mail que Hazel está "devastada, destrozada. Se ha roto por completo. Tuvo que renunciar a jugar la lotería y ahora ha perdido una fortuna porque no podía permitirse pagar por el billete de lotería".
Por el contrario, los ganadores han relatado los primeros instantes tras saberse millonarios. Connor, de 40 años, explicó que se fueron a un hotel y que se dieron el lujo de comer un copioso ágape para celebrar la buenanueva. "No nos vamos a convertir en unos pijos por tener un poco de dinero, aunque debo reconocer que todo esto es bastante abrumador", ha asegurado. "Soy un trabajador, no me convertiré en un Lord", ha agregado.
FUENTE: La Vanguardia
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