Una trayectoria con la que ha influido de manera determinante en la animación, la ciencia ficción, la publicidad y hasta los videojuegos. La genética, las células modificadas o la ambigüedad sexual, incluso por la coexistencia de los dos sexos en un mismo ser fueron algunos de los temas de interés de un artista apasionado por la ciencia ficción. Su obras, en lo que al 'noveno arte' se refeire, le conviertieron además en uno de los autores más venerado del tebeo europeo.
Su atracción por el mundo del 'western' le llevó a crear en colaboración con Jean-Michel Charlier la saga de 'Blueberry', que le dio fama internacional. Con los años, a finales de los 60, el dibujante abandonó el realismo de esa serie para consagrarse a una obra más fantástica en un universo propio muy relacionado con la ciencia ficción. Fue en ese momento cuando adoptó el pseudónimo de Moebius, y cuando comenzó una prolífica colaboración con el cine que duró varios años. En su pasión por los 'wertern' también influyeron sus estancias en México, donde residió su madre, en varias etapas de su vida.
Dibujar como 'acto mágico'
Las historias del autor escapan de la razón y se sumergen en un universo irreal, fantástico se podría decir. "El acto de dibujar es algo mágico. La magia está a nuestro alrededor, y con el tiempo se convierte en una técnica de comunicación. La busco en todo momento, pero es difícil de conseguir", contaba hace años a Efe.
"Con sus paisajes y sus personajes en transformación perpetua, sus obras exploran los confines del inconsciente y desvelan un mundo imaginario y fantástico", explicaban los organizadores de una retrospectiva de la obra Jean Giraud (Nogent-sur-Marne, 1938) en París, en 2010.
En 2008 recibió un homenaje en el Salón del Cómic de Barcelona. Con motivo de la presentación de 'Inside Moebius', su obra más personal y que fue dibujada directamente en formato digital, visitó Madrid en 2009. "Un dibujante novel debe abrirse a nuevas formas de expresión", recomendaba entonces.
FUENTE: El Mundo
Descanse en paz MAESTRO.