El abogado de la mujer argumentó que el sexo es “algo normal de la vida” en una habitación de hotel al igual que ducharse o dormir. El juez ha dictaminado que “si la solicitante hubiera resultado herida mientras jugaba a cartas en su habitación de hotel hubiera tenido derecho a indemnización” y la circunstancia de la práctica de sexo en lugar de cualquier otra actividad recreativa lícita no significa que el resultado de la sentencia deba ser diferente.
La mujer, de unos 30 años y que permanece en el anonimato, apeló tras el rechazo de una primera demanda de indemnización en el trabajo por lesiones en la cara y daños psicológicos cuando una lámpara de vidrio se descolgó de la pared de la habitación del hotel y cayó sobre la cama en la que se encontraba la víctima.
La mujer tuvo que viajar a la provincia australiana en la que se produjeron los hechos por cuestiones laborales y, una vez allí, quedó con un amigo, con el que cenó y posteriormente mantuvo relaciones sexuales. El amigo varón declaró en su momento que estaban “dándole duro” cuando la lámpara cayó, aunque no supo decir si fue por un golpe o porque simplemente se desprendió. "Creo que ella estaba de espaldas cuando ocurrió, yo no prestaba atención, porque estábamos dando vueltas y vueltas".
FUENTE: La Vanguardia
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