En sus últimos bocados, Hart dijo que probó algo gomoso. Era difícil de masticar, así que lo escupió.
“Yo estaba como que ‘eso tiene que ser un dedo’”, comentó el miércoles a Michigan Live. “Estuve a punto de vomitar… Era asqueroso”.
El pedazo aparentaba ser la parte trasera de un dedo, lo que incluía parte de la palma y se extendía más allá del primer nudillo, dijo Vail y su amigo, Joe Wheaton, quién acompañó a Vail y Ryan aquel viernes al restaurante. Vail y Wheaton estimaron que la porción era quizás un poco más grande que una pulgada.
“Era increíble”, dijo Vail, y dijo que el descubrimiento era de mal gusto, “sencillamente asqueroso” y preocupante.
Según reportes de la policía de Jackson y del departamento de salud del municipio de Jackson, una empleado se había cortado un dedo en una cortadora de carne en ese restaurante.
Steve Hall, director de salud ambiental del departamento de salud del municipio de Jackson dijo que él cree que ella abandonó su puesto sin decir nada y otros empleados continuaron completando órdenes antes de enterarse de lo que había pasado.
“¿Alguien pierde un dedo, y ustedes siguen sirviendo comida por la ventanilla? No puedo creer eso”, dijo Vail.
El negocio estaba repleto de gente, añadió ella. “Debieron haberlo cerrado”.
Al enterarse del “accidente aislado y desafortunado”, el equipo del restaurante de esa franquicia detuvo la producción de comida y limpiaron y desinfectaron cuidadosamente el restaurante, indicó John Gray en un comunicado. Gray es el vicepresidente de las comunicaciones corporativas y relaciones públicas de la cadena de restaurantes cuya base es en Atlanta.
El gerente local quedó en comentar luego.
El restaurante no cerró.
Wheaton y Vail, quienes viven juntos en Blackman Township, fueron al restaurante con Ryan, quien cursa el octavo grado, y su hermanito de 11 años. La escuela los dejó salir temprano el viernes y por eso los cuatro fueron a almorzar juntos. Iban con frecuencia al restaurante los viernes, compartió Ryan.
Vail dijo que fueron por el autservicio y se detuvieron en el estacionamiento a comer antes de que Wheaton tuviera que regresar a trabajar.
Los cuatro pidieron sandwiches de carne de res asada, y la comida que quedaba luego del descubrimiento de Ryan, fue echada a la basura, indicó Vail.
Furiosa, Vail dijo que podía entrar así al restaurante. Llevó a Wheaton al trabajo, recogió a sus dos hijas de la escuela, llamó al 911 y se encontró con la policía en Allegiance Health.
Personal médico le sacó sangre a Ryan y le recetaron algunas medicinas, dijo ella, pero él no quiere tomárselas por los efectos secundarios. Los resultados de sus exámenes de sangre aún están por verse.
Ryan dijo sentirse bien y normal, pero está un poco preocupado.
“Él no ha podido dormir muy bien desde entonces. Está muy preocupado últimamente y no quiere contagiarse con ninguna enfermedad”, dijo Vail.
Es muy poco probable, pero existe la posibilidad de que podría contraer una enfermedad seria tras el incidente, añadió.
Vail dice que está “traumatizado”. “El dice, ‘tú tampoco podrías dormir bien si te hubiese comido un dedo’”, comentó Vail.
La madre de Ryan ya está en contacto con un abogado, pero prefirió no dar su nombre y alegó que aún no sabe qué curso tomar.
Solo algo pueden decir con seguridad. “Ya no comemos comida rápida”, dijo Wheaton.
FUENTE: PanorámaDiario
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