Mientras todo esto sucedía ayer en plena madrugada, una pandilla de adolescentes asistía desconsolada desde la playa de El Camello al operativo de búsqueda de su amigo de 17 años, que, ajeno a todo, dormía plácidamente en el garaje de su casa ignorando el extraordinario revuelo que había causado su presunta desaparición.
El dispositivo de rescate duró algo menos de tres horas, entre las cinco y las ocho de la mañana, quebrando la calma del amanecer en este lado idílico de la ciudad. En la arena, la presencia de varios chavales tapados con mantas térmicas doradas daba al paisaje un aspecto inquietante.
Poco a poco, sus familiares fueron llegando para abrazar a sus chicos, que tuvieron que contar una y mil veces la historia: que estaban de fiesta, que su amigo fue a bañarse y que ya no volvió.
Ninguno supera la mayoría de edad y el sábado cenaron juntos en el Tenis, club al que la pandilla está vinculada. La noche continuó en el BNS y, en un momento dado, algunos terminaron en la playa de El Camello. Entre ellos, el protagonista de esta historia, que dijo que se iba a dar un baño.
Su ropa aparece en la orilla
Los demás siguieron de fiesta, unos aquí de copas, otros allá tomando el aire, otros cuantos echándose a dormir un rato en la playa... hasta que de pronto alguien preguntó por él. La inquietud se apoderó del grupo, nadie sabía dónde estaba. Alguno se acordó de su intención de darse un baño, así que fueron hasta la orilla a mirar... y encontraron su ropa amontonada al lado del mar. Y a nadie nadando.
A las 5.15 horas consta la llamada de aviso a la Guardia Civil, que movilizó a cinco agentes y una embarcación para buscar al chico, en un operativo que capitaneó Salvamento Marítimo, que envió su helicóptero. El 061 trasladó al lugar una ambulancia y la Policía Nacional, en coordinación con la Local, se hizo cargo de la investigación, buscándolo por tierra y prestando apoyo a los jóvenes y a los familiares que, poco a poco, fueron llegando al Camello, donde la angustia crecía por momentos. Aunque a primera hora de la mañana empezaba a lloviznar, la zona se fue llenando de gente. Los paseantes, deportistas y hasta los operarios de limpieza del Ayuntamiento bajaron a la playa a interesarse por la suerte del adolescente desaparecido.
Corriendo semidesnudo
El inusitado despliegue despertó la curiosidad de algunos vecinos, entre ellos un vigilante de seguridad de una urbanización de la zona del Paseo Pérez Galdós que aportó un dato fundamental: las cámaras de videovigilancia de la finca habían grabado a un chico semidesnudo corriendo calle arriba momentos antes.
La Policía, entonces, llamó al padre del menor, que estaba en la playa con los amigos de su hijo y los otros familiares siguiendo el dispositivo de búsqueda, todos ellos residentes en esta parte de El Sardinero. El hombre acudió a visionar las imágenes y, en efecto, corroboró a la Policía que sí, que ese era su hijo. Se descarta que estuviera en el mar y a alguien se le ocurrió ir a buscarlo a su casa. Y hete ahí que el chaval estaba durmiendo plácidamente dentro del garaje.
El helicóptero de Salvamento Marítimo, Guardia Civil del Mar, Policía Nacional, Policía Local, 061 y Bomberos Municipales de Santander dan por cerrado el rescate sobre las ocho de la mañana.
FUENTE: El Diario Montañés
0 frikicomentarios