Un hombre llamado Ola Enbágen logró capturar imágenes del joven ciervo cuando éste cruzaba tranquilamente su jardín. "Me miró y pensé: '¡Qué raro es!'. Volvió cuando yo estaba desayunando y aproveché para sacar fotos y filmarlo", explicó al sitio sueco The Local.
Al parecer, el animalito sufre una condición llamada "cráneo de cactus" por la que sus incipientes cuernos siguen creciendo no sólo hacia arriba, sino dentro de su cabeza. Por este motivo pueden llegar a cubrir hasta sus ojos.
"No tenía cuernos propiamente dicho, sino una especie de protuberancia o sombrero en su cabeza. Parecía grotesco", expresó el hombre.
FUENTE: Derf
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