El volumen de semen se incrementa cuando existen períodos de abstinencia sexual y es natural que disminuya con la edad, confirman estudios realizados durante al menos tres décadas en varios países europeos como España y Dinamarca.
Como promedio, en una eyaculación se expulsan entre uno y dos mililitros de semen. El 60 por ciento es líquido seminal, el 30 por ciento es líquido prostático y solo el 10 por ciento es de espermatozoides, las células fecundantes masculinas.
A nivel global la cantidad de espermatozoides ha disminuido de una a otra generación sobre todo por causas ambientales y culturales como el estrés de las ciudades y la exposición a pesticidas agrícolas; el hábito de fumar; el uso desmedido de alcohol, antibióticos o esteroides anabolizantes; la ropa sintética y muy ajustada al cuerpo; la proliferación de las infecciones de transmisión sexual y el exceso de radiaciones con fines médicos, industriales o en equipos electrodomésticos.
Según cálculos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un hombre fértil debe tener 50 millones de espermatozoides por mililitro, pero investigaciones recientes en bancos de esperma han confirmado que a partir de 20 millones se puede fecundar, siempre que las células tengan la forma y capacidad de movimiento adecuados. A la baja cantidad se le denomina oligoespermia, y cuando falta movilidad se nombra astenospermia. Ambas condiciones comprometen la fertilidad.
Una novedosa línea de investigación sobre el semen es la que sigue el Instituto Max Planck, de Alemania, que ya confirmó la presencia en este fluido de plasmina, una proteína cuyas propiedades antibióticas equivalen a las de la penicilina.
Otro componente valioso es el ácido hialurónico, compuesto muy codiciado por la empresa cosmética por su capacidad de absorber agua y reconstruir el colágeno, y como el semen además contiene gran cantidad de proteínas, azúcares y vitamina C, la revista New Scientist ha publicado las ventajas de su ingesta y empleo como crema natural para dar elasticidad a la piel, adelgazar y combatir la depresión.
FUENTE: JuventudRebelde
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