Estas sorprendentes imágenes corresponden a las cámaras de vigilancia de una avenida en la ciudad de Jinhua, China, cerca del Puente de Shuanglong, que captaron el momento en que un vallado de separación vial se desplomó a lo largo de 1.500 metros de calle por efecto del viento.
La caída duró apenas 30 segundos, mientras que un nutrido grupo de policías de tráfico tardaron casi media hora en levantar (no sin tenaz esfuerzo) la cadena de elementos a su posición original.
Y para colmo de la carambola, la última ficha acabó impactando en el lateral de un vehículo que esperaba el semáforo, cuyo conductor al salir no daba crédito a su suerte.
Esta es la segunda vez que la valla se cae en diez días por causa de los fuertes vientos y las autoridades locales han concluido, con muy buen criterio, que lo que va a ser es que las vallas no están ancladas al suelo.
Una vez dado con el quid de la cuestión, aseguran que hay planes para instalar una nueva barrera resistente al viento a finales de julio. Mientras tanto, los agentes de tráfico tendrán que jugar al divertido juego de las vallas que se caen como fichas de dominó.
Igual no han pensado en que con poner sólo alguna vallas fijas intercaladas para frenar el efecto (como hacen los profesionales de la construcción de los laberintos de dominó) las cosas serían más sencillas. Pero sin duda menos divertidas, desde luego.
FUENTE: República Insólita
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