1.- Los buenos propósitos
Ya sabes cuales, los de todos los años: abandonar los vicios, empezar a practicar un deporte, dedicar más tiempo a la familia, prestar más atención a tu pareja (es decir, más sexo), aprender un idioma, sacar el carné de conducir, hacer reformas en casa, hacer nuevos amigos, ver menos la televisión, leer muchos libros… Si consigues llevar a cabo uno, tan solo uno de ellos, mereces toda mi admiración y respeto; si logras completar dos, eres mi héroe; si cumples con más de tres, te pondré velitas: eres un santo.
2.- Los coleccionables
Algunas editoriales se aprovechan del estado de tonta beatitud en el que nos encontramos a la vuelta de la playa para lanzar sus coleccionables. Ni lo intentes: jamás lograrás acabar esa colección de teteras en miniatura (666 piezas) tan mona que anuncian por televisión al módico precio de 20 euros cada una, ni aprenderás a pintar bien al óleo. Y lo mismo vale para los relojes de plástico de época, los superhéroes de plomo, los fascículos de anatomía humana con sus 47.223 tripas y huesecillos para montar, los cursos de chino en DVD…
3. – El jefe
Ese ser tan especial, tan entrañable. Y los queridos compañeros de oficina, ¿a que ya los echabas de menos? Ellos a ti tampoco.
4.- El cuñado pesado
Con sus maravillosas fotos y sus apasionantes anécdotas de las vacaciones.
5.- El café mañanero
Bebido en tres sorbos para desayunar.
6.- La báscula
Chivata traidora que te hace decir cosas como: “Tiene que estar estropeada. Es IM-PO-SI-BLE que haya engordado siete kilos en siete días”.
7.- El despertador
¿Habéis leído el cuento El corazón delator, de Edgar Allan Poe? Pues lo mismo, pero a pilas. O como Pepito Grillo, pero en versión robot. A Pepito Grillo lo podías despachurrar.
8.- El metro o el autobús en hora punta
Tienen su punto: conoces gente. Y si los usas a menudo desarrollarás mucho los sentidos del tacto y del olfato.
9.- La agencia de viajes
Sí, esa que te aseguró que el hotel era muy mono. No te sulfures: reclama. Ya te diré cómo.
10.- La vuelta al cole
Con su presupuesto para libros, zapatos, uniforme, material escolar, actividades extraescolares…
11.- La semana sin cole antes de la vuelta al cole
Para hacer malabarismos con los niños.
12.- La culpa
Por haberte olvidado de echarle agua y comida a la tortuga de Florida de los niños (no lo sientas mucho, se están convirtiendo en una plaga).
13.- La lorza
Véase el punto 6.
14. - Las cartas del banco
¿A que da mucho miedo abrirlas?
15.- El millón de e-mails por leer
Mira el lado bueno: eso es porque tienes muchos amigos.
16.- El frío
Todavía sudas, pero tiempo al tiempo.
17. - Los exámenes de septiembre
Ah, se siente; haber estudiado más en junio. Por cierto, ¿nunca te han dicho eso de “estás tirando el dinero de tus padres”? Es broma.
18. – Las nuevas temporadas de las series de televisión.
Si no las ves, no existes.
19.- La subida del IVA
Y el nuevo agujero en el cinturón.
20.- Las proximas vacaciones
Ánimo, ya queda menos. Y están los puentes.
FUENTE: El Pais
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