El culebrón proteccionista entre China y Estados Unidos alcanza una nueva dimensión tras conocerse que las autoridades chinas han ordenado que los principales blockbusters del verano, The Dark Knight Rises y The Amazing Spider-Man se estrenen exactamente el mismo día, el 27 de agosto, y que Prometheus llegue a las salas solo una semana después (el 3 de septiembre), con la intención de que las tres películas se machaquen entre sí, arruinando una oportunidad de oro para los estudios de distribuirse los beneficios.
La compañía china responsable de esta decisión es la estatal China Film, que responde así a las presiones ejercidas por Warner Bros. para impedir que las últimas entregas de Batman y Spider-Man se estrenaran al mismo tiempo. Las negociaciones resultaron infructuosas y, de remate, Pekín ha decidido añadir Prometheus al caldo. Las autoridades reaccionan así al descenso en las cifras de taquilla recogidas por la cinematografía china en los primeros seis meses de 2012 (un -4.3 por ciento), frente al descomunal aumento de las entradas vendidas para películas extranjeras en ese mismo periodo (+90 por ciento, o unos 825 millones de dólares), según cifras recogidas por China Daily.
El rotativo chino recuerda que este efecto viene derivado de la aperturista enmienda promulgada por el Gobierno chino el pasado mes de febrero, por la que ambos países acordaron, entre otras medidas, relajar las restricciones sobre la importación de films extranjeros en formatos 3D e Imax, sumado a un incremento de los beneficios para empresas cinematográficas con base fuera de las fronteras del país asiático.
L.A. Times describe en este caso concreto la relación entre China y EEUU en plan “juego de la gallina”. Si Washington cedía, daba por perdido el verano 2012 en el segundo mercado cinematográfico del mundo (unos 3.000 millones de dólares, en 2012). Si China daba su brazo a torcer, se quedaba sin tres films de envergadura que podrían haber depositado importantes beneficios en sus cines, un porcentaje del cual se queda China Film.
A pesar de que ningún responsable de los estudios ha hablado con el Times “por miedo a ofender a las autoridades chinas”, según cito textualmente al medio, la sensación reinante es de “frustración”. Nadie quiere hablar, en parte, porque sospechan que China podría ordenar repetir jugada en septiembre, estrenando a la vez The Bourne Legacy y Total Recall.
FUENTE: Las Horas Perdidas
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