A comienzos de este mes, se eligió a un grupo de mujeres jóvenes para formar parte de una inusual instalación artística diseñada por el canadiense-ucraniano Taras Polataiko. Cada una de las jóvenes aceptó yacer en una cama durante tres días esperando ser despertada por un beso de amor verdadero. Estas chicas –al contrario de lo que pasa en el cuento de Perrault- no se hallan bajo ningún hechizo ni han sido envenenadas: solamente se ofrecieron para formar parte de un proyecto artístico realmente único y también para encontrar el amor de su vida.
El contrato que firmaron dice claramente que si alguna de ellas abre los ojos mientras la besa cualquier visitante masculino, está obligada a casarse con él. Para hacerlo más interesante, cualquier hombre que desee participar también tiene que firmar un contrato que lo obliga a casarse con la bella durmiente de turno si ella abre los ojos mientras él la besa.
FUENTE: Diario Veloz
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