Si no están de fiesta, están de resaca. Los protagonistas del reality pasan los seis capítulos en una espectacular casa al lado de Cala Canyelles, cerca de Lloret. El inmueble se llama Finca Fiesta y ellos se dedican a beber y a ligar todo el día. Allí les acompañan las cámaras durante sus correrías veraniegas. El semanario alemán Focus escribió que es “el peor programa televisivo del país”, lo cual no dejaría de tener su mérito. Los seis capítulos emitidos han cosechado escaso éxito en Alemania desde su estreno a principios de julio, lo que no ha impedido que el equipo de Gobierno de Lloret se sienta ofendido.
Tras los graves disturbios del verano pasado, cuando decenas de turistas se enfrentaron a la policía en dos noches que acabaron con una veintena de detenidos, la localidad vivía un verano tranquilo alejada de los focos. La dura ordenanza de civismo y la mayor presencia policial han garantizado cierto orden hasta ahora. Pero la irrupción de We love Lloret ha vuelto a poner el municipio en el mapa del turismo de borrachera. “El programa solo muestra a jóvenes durmiendo la resaca y saliendo por la noche”, se quejó Jordi Orobitg, concejal de Turismo. Y eso que Orobitg no ha podido ver los capítulos completos, que están bloqueados si se intenta acceder a ellos desde la IP de un ordenador español. El concejal cree que los responsables del bloqueo son los propios jefes del programa, que informaron al ayuntamiento de su presencia en Lloret pero no explicaron el verdadero contenido de la emisión.
Aunque, si lo hubiesen hecho, poco habría podido hacer el consistorio. La cadena salió indemne de las críticas en Alemania, donde los organismos de supervisión de medios recibieron quejas por el contenido de la serie. La cadena ProSieben se defendió diciendo que el programa se emite a partir de las diez de la noche y que va dirigido a un público de más de 16 años. El ayuntamiento de Lloret envió una carta a la empresa hace poco más de una semana en la que traslada el “malestar" y “lamenta” el mensaje que transmite la serie. La cadena no confirmó ayer si ha recibido esta misiva ni tampoco quiso hacer declaraciones sobre la polémica.
El ayuntamiento de Lloret ha decidido elevar las quejas a la Dirección General de Turismo de la Generalitat y a la Agencia Catalana de Turismo con la esperanza de poder actuar contra el enemigo que tiene en casa. Se llama Don Francis y es un empresario alemán de pelo largo y rubio afincado en el municipio que ha co-protagonizado el programa al actuar como cicerone de los participantes. Don Francis es propietario de I love Lloret, un bar en la avenida que concentra el ocio nocturno, y simboliza todo lo que el consistorio quiere erradicar: la fiesta continua regada de alcohol y hasta altas horas de la madrugada. El empresario, también cantante, ha compuesto un "himno" en honor a Lloret en cuyo vídeo sale pilotando una lancha con la música de un radiocasette de fondo y luego en una macrofiesta discotequera. Don Francis rechaza la polémica en la que se ha visto involucrado: “Nosotros vivimos de este turismo. Necesitamos dinero”, declaró ayer a TV3.
FUENTE: El Pais
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