Luo Baogen y su esposa insisten en seguir viviendo dentro del edificio ya dañado por los trabajos de demolición de los otros edificios que antes le circundaban. Argumentan que la indemnización ofrecida por el gobierno chino no es suficiente por lo que decidieron quedarse con su departamento.
El edificio solitario es un bloque de cinco pisos que sorprende a los automovilistas en medio de su trayecto, extraño espectáculo resulta ver en medio de una vía rápida la construcción habitacional donde desde su balcón la pareja de ancianos mira el tiempo pasar.
Esta carretera sirve para comunicar a las poblaciones vecinas con la estación de trenes de Wenling y aunque ya es utilizada por algunos automovilistas, todavía no se a inaugurado oficialmente.
Durante la era comunista en China era mucho más fácil reubicar a la población en casos como estos, pero ahora las leyes no permiten desalojar por la fuerza a ningún propietario, a menos que se llegue a un acuerdo entre las partes, lo que no ocurrió en el caso de esta de Lou Baogen y su esposa.
En China existe un término aplicado a las personas que se niegan a ser reubicadas en circunstancias como estas, se les llama “Nail Householders” que traducido sería “Propietarios que se aferran a sus casas con las uñas”.
Al principio la pareja había aceptado los 166 mil pesos que el gobierno les ofreció por su departamento pero después de meditarlo, decidieron que esa cantidad no era suficiente y se negaron a la reubicación.
FUENTE: SDPNoticias
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