Reza un dicho popular que la avaricia rompe el saco. Y en el caso de un apostante de Wimbledon, tal pecado capital ha terminado por generarle un desgarro económico de los que hacen historia. Respaldar el desempeño del tenis de Basilea en la primera semana de Londres pudiera parecer poco menos que un seguro de vida. ¿Qué probabilidades había de que Roger Federer cediera en la segunda ronda del Grand Slam británico - su Slam predilecto?
Hablamos de un hombre cuyo palmarés sobre la hierba de la capital británica, siete coronas, no es superado por ningún otro jugador en la historia del deporte. Hablamos de un hombre que venía de alcanzar al menos los cuartos de final en los últimos 36 majors. Es decir, ganando como poco cuatro partidos por Grand Slam en los últimos nueve años. Hablamos de un hombre que tenía como rival a un jugador que contaba por derrotas sus 20 duelos previos ante tenistas top10, y que arrastra mayor números de derrotas que de victorias en lo que va de temporada 2013.
La casa de apuestas William Hill no daba muchas opciones a la sorpresa, otorgando al helvético una couta de 1.01. Es decir, una ganancia de un céntimo por cada euro apostado a la victoria del suizo. Un negocio nada rentable a no ser que la cantidad pujada por el tenis helvético fuera desorbitadamente elevada.
Precisamente como la realizada por un apostante que destinó nada menos que 100.000 euros (más de 16 millones de las antiguas pesetas) al triunfo del heptacampeón. Esa fue la cantidad apostada por un jugador según reveló en Twitter Graham Shard, director de relaciones con los medios de la casa de apuestas. Con tal montante, a priori con un riesgo de pérdida muy reducido, aspiraba a embolsarse la nada desdeñable cifra de 1.000€ a modo de beneficio.
Federer incluso llegó a ganar el primer set, lo que a buen seguro terminaría por convencer al osado jugador de la idoneidad de su movimiento. No obstante, no es complicado imaginar el rostro del apostante cuando viera el resultado final del partido Sergiy Stakhovsky d. Federer (6-7 7-6 7-5 7-6).
Es de imaginar que si alguien destina una cantidad de seis cifras a un partido de tenis será porque goza de la salud económica necesaria para poder hacerlo. No obstante, la pérdida sigue siendo enorme. Para poner en perspectiva el hecho, la cantidad de dinero perdida por el apostante fue superior a la embolsada por Sergiy por ganar el encuentro.
Que Stakhovsky levante la corona de Wimbledon tiene una rentabilidad de 66/1. ¿Intentará el apostante recuperar el capital perdido? Confiando su suerte en el ucraniano debiera emplear mucho menos dinero.
FUENTE: PuntoDeBreak
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