Cherry Coke
Cereales Chex
Ruffles Pepinillo
Bifi
McRib
Lays mediterráneas
Reconócelo: es en lo primero que has pensado cuando has leído el título del artículo. Y no es para menos. Pocas veces se receuerdan semejante bombardeo publicitario en torno a un producto. Más aún cuando se trata de una variante de una auténtica institución como puede ser la Coca Cola. ¿Un nuevo sabor de Coca Cola? ¿Pero ya están locos? De acuerdo, aceptamos la Coca sin cafeína, vale, lo hicimos por los niños. Y la light... bufff... lo hicimos por los gordos, aunque en mi opinión lo que tendrían que hacer es dejar de beber Coca Cola. ¿Pero con sabor a cereza? ¡Por ahí sí que no pasamos, faltaría más! Más que a cereza, el potingue este sabía a jarabe revenido y fue una hostia de proporciones considerables. Para el recuerdo, su popularísima canción, que fue incluida en cientos de recopilaciones de bakalao macarra para disfrute de chulipleis y zorripainas de los 90. Pi pi pi pipipi...
Cereales Chex
Durante años, Kellogs ostentaba la supremacía en cuanto a cereales para el desayuno se refiere, y no había quien pudiera hacer sombra a la clásica marca. En realidad, tampoco es que hubiera mucha competencia. Más bien ninguna. Eso sí que era "el imperio del monopolio". Hasta que a finales de los 80 se lanzó por todo lo alto los Chex. A diferencia de los fabricantes de los Corn Flakes, que tenían varios productos con distintas formas a partir de diferentes cereales, los Chex ofrecían una uniformidad para crear su propia imagen de marca. Todos eran cuadrados y de arroz y con coloristas cajas. La guerra había comenzado.
Y duró poquito, la verdad, pues los Chex apenas duraron un par de años en el mercado. Cosa inexplicable, pues estaban buenísimos. Increíblemente buenos. Sus sabores eran tres: Sugar Chex (fuerza con azucar) Choco Chex (fuerza con chocolate) y Honey Chex (fuerza recubierta de miel). Estos últimos eran mis favoritos y los de mis hermanos, y en las tardes de julio, tras venir de la piscina, éramos capaces de acabar con una caja entre los tres. La incursión en España de Chex formó parte de una política de crecimiento de Ralston, que se saldó con un fracaso tanto aquí como en los EEUU. Estos tres sabores desaparieron tras unos años, salvo el de chocolate, y no volvieron a verse jamás por aquí.
Y duró poquito, la verdad, pues los Chex apenas duraron un par de años en el mercado. Cosa inexplicable, pues estaban buenísimos. Increíblemente buenos. Sus sabores eran tres: Sugar Chex (fuerza con azucar) Choco Chex (fuerza con chocolate) y Honey Chex (fuerza recubierta de miel). Estos últimos eran mis favoritos y los de mis hermanos, y en las tardes de julio, tras venir de la piscina, éramos capaces de acabar con una caja entre los tres. La incursión en España de Chex formó parte de una política de crecimiento de Ralston, que se saldó con un fracaso tanto aquí como en los EEUU. Estos tres sabores desaparieron tras unos años, salvo el de chocolate, y no volvieron a verse jamás por aquí.
Ruffles Pepinillo
No sé que sucede en nuestro país que los consumidores son tan conservadores en cuanto a patatas fritas se refieren. El único sabor que ha perdurado es el de Jamón. El resto de propuestas de las compañías patateras vienen y van de las estanterías del super como si de actores de Melrose Place se trataran (las de Jamón serían Michael Mancini). La lista de fracasos de Ruffles, por ejemplo, es larga: Ali Oli Olé (buenísimas), Chilli Bravas (me encantaban), Pimentón Molón... Pero el mayor descalabro se las llevaron a las Ruffles con sabor a Pepinillo. La campaña publicitaria fue bestial, contratando a la siempre popular entre los camioneros y cajeras Pamela Lee Anderson para protagonizar el spot televisivo. Desgraciadamente, al español medio eso le sabía raro. El condimento era demasiado fuerte y los comentarios despectivos aparecieron rápidamente: "sabe como un Big Mac". Efectivamente: ese tipo de pepinillo es degustado por la juventud, principalmente, en la hamburguesas de McDonalds. El descalabro fue mayúsculo y su fabricación cesó en cuestión de meses. Ni las tetas de Pam pudieron salvarlas...
Bifi
Tu madre te dice de toda la vida que los Mars, los Kit Kat, y los Monchitos son guarrerías. Mejor que meriendes en casa. Cosas como chorizo o salchichón. Lo de toda la vida, no las porquerías esas. Pero de repente aparece en el mercado un snack para merendar o matar el hambre que, lejos de ser un dulce con cientos de edulcorante, está hecho a partir de sano y español chorizo. ¿Ideal, verdad? Pues casi que no, porque sino no habrían desaparecido tan rápido. El Bifi era una tira de chorizo, casi parecía chistorra, en el más puro estilo de los Raiders (o sea, Twix). Era abrir y comer la "deliciosa" carne. Pero este snack carnívoro no cautivó a los consumidores españoles. En Alemania se sigue fabricando con gran éxito. Sin ánimo de querer sonar muy españolista... donde esté un buen bocata de chorizo en condiciones.
McRib
En el mundo de las hamburgueserías es habitual la presentación de nuevos platos. Normalmente suelen consistir en hamburguesa + una tontería. Por ejemplo hamburguesa + doritos = Texas King o algo así. Esta medida es usada astutamente por las empresas para probar las aguas, y si la cosa funciona, pues la incorporan de mara fija al menú, como ocurrió con el Big King.
Sin embargo, los McRibs, un filete de carne de cerdo con salsa barbacoa, fue lanzado con pompa y boato como el nuevo plato de moda. Y a pesar de aguantar durante algunos años en nuestro país, McDonalds ha optado por eliminarlo de sus restaurantes del mundo entero, acabando con una tradición de décadas, pues el plato aguantó como pudo durante años, a pesar de la indiferencia general. Pero, al igual que con El halcón callejero o Confianza ciega, se convirtió en un objeto de culto, con pocos pero irredientos fans que firman en peticiones online para forzar su regreso y hasta crean delirantes páginas tributo como esta. Para que luego digáis que somos raros (o que os quejéis del diseño). La multinacional de la fast-food, consciente del status de sandwich de culto que había alcanzado, organizó una gira de despedida, en la que camiones itinerantes iban sirviendo en cada ciudad, por última vez, el delicioso manjar. Sus seguidores, en todo caso, lo tienen chungo. La coincidencia ha hecho que su paso por nuestros restaurantes fuera efímera y anecdótica. McRib, tus fans no te olvidamos.
Sin embargo, los McRibs, un filete de carne de cerdo con salsa barbacoa, fue lanzado con pompa y boato como el nuevo plato de moda. Y a pesar de aguantar durante algunos años en nuestro país, McDonalds ha optado por eliminarlo de sus restaurantes del mundo entero, acabando con una tradición de décadas, pues el plato aguantó como pudo durante años, a pesar de la indiferencia general. Pero, al igual que con El halcón callejero o Confianza ciega, se convirtió en un objeto de culto, con pocos pero irredientos fans que firman en peticiones online para forzar su regreso y hasta crean delirantes páginas tributo como esta. Para que luego digáis que somos raros (o que os quejéis del diseño). La multinacional de la fast-food, consciente del status de sandwich de culto que había alcanzado, organizó una gira de despedida, en la que camiones itinerantes iban sirviendo en cada ciudad, por última vez, el delicioso manjar. Sus seguidores, en todo caso, lo tienen chungo. La coincidencia ha hecho que su paso por nuestros restaurantes fuera efímera y anecdótica. McRib, tus fans no te olvidamos.
Lays mediterráneas
Ver "Ruffles Pepinillo" cambiando "Pamela Lee Anderson" por "Antonio Banderas". Encima no llevaban apenas aceite de oliva y la cosa acabó en los tribunales por engañar al consumidor.
Frigurón
Los helados fracasados merecerían un artículo para si mismo. ¡No es que hayan desaparecido helados, es que han desaparecido marcas enteras! ¿Se acuerdan de Avidesa? La lista puede ser interminable y seguro que les vienen muchos a la mente, empezando por el Frigodedo, o similares. Pero vamos a concentrarnos en uno que apenas duró un par de años en los estantes, a diferencia de algunos desaparecidos que fueron best-sellers y aguantaron varios años, pero que es recordado por su ingenioso "gimmick". Hablemos pues, del Frigurón.
De genial nombre, uniendo la casa fabricante, Frigo, con el monstruo marino de moda en los 80, Tiburón (la otra opción era "Frigorca, el helado asesino"), se constituyo un original helado de hielo que no terminó de cuajar entre los pillastres que sisaban dinero a su madre para tomarse un Mini Milk. El sabor recordaba a la piña (por decir algo) y fue apoyado por una fuerte campaña que se tradujo en escasas ventas. Quizá la existencia de varios polos similares de precio más bajo le quitó posibilidades comerciales, y tras un par de años, se fue para no volver jamás. El Drácula aún le hecha de menos.
FUENTE: Viruete
FUENTE: Viruete
Dios, me encantaban esa patatas, parecía que te estabas comiendo una hamburguesa, jajjaj, lo recuerdo perféctmante en el Concierto de Pearl Jam en San Sebastián.
Y que recuerdos, esos cereales, ... jejeje, parece increible
Yo quiero que vuelva las McRib y la Cherry Coke... :(
A mi me gustaban esas ruffles!! realmente sabían a hamburguesa. Y qué me dices de esos cereales q había, no se de q marca, pero eran unos aros de colores y en la caja (roja) aparecía un tucán! no se si fuera de España seguirán existiendo, pero aquí murieron y a mi me gustaban!!
VIEJO NO SE SI ERA YO QUE EN ESA EPOCA ESTABA ENAMORADO. PERO LA CHERRY COKE ESTABA BUENISIMA. ESO SI TENIA QUE ESTAR BIEN FRESCA.