A pesar de las palmaditas en la espalda, las sonrisas, los piropos y demás parafernalia ‘jolibudiense’, a la meca del cine le ha quedado poco cuerpo para fiestas desde que la crisis económica hizo su “premiere” por todo lo alto en Wall Street, con un reparto de excepción sobre una alfombra de números rojos. Los altos ejecutivos se quedaron con la boca seca de liquidez y, como es habitual en este mundo de estrellas, pocos son los “amigos” que te llaman para invitarte a un trago financiero cuando los planetas se alinean en tu contra. Pero si ya sufren los estudios de cierta entidad, con recortes presupuestarios y despidos cada vez más frecuentes (Lionsgate y The Weinstein Company ya se desprendieron de personal), la cosa se pone más fea cuando se baja un escalón, el de las pequeñas productoras independientes.
Nadie quiere bailar con estas cenicientas a las que no les fía ni el tendero de la esquina. Poco importa si tienen una buena historia, si su enfoque es más humano o si tienen un equipo dinámico, con talento y barato. Para los últimos de la clase de Hollywood la banca ha cerrado sine die con un aséptico “vuelva usted mañana”.
Son sin embargo estas tesituras de la vida las que agudizan el ingenio y permiten la puesta en marcha de ideas que pueden llegar a reconfigurar el orden de las cosas.
¿Se podría financiar una película a base de donanciones de miles de pequeños inversores?, para la cineasta Alice Carin la respuesta es que sí. Ni corta ni perezosa esta desconocida publicó recientemente el siguiente anuncio en la revista The Nation:
“Se busca: 1.700 bravos inversores cada uno dispuesto a soltar 30 dólares a cambio de ser co productores ejecutivos de una película sobre los grafitis ilegales en las calles de Nueva York. La recompensa: dar un golpe a favor de la libertad artística”.
Los futuros beneficios del filme -que lleva por nombre “Don’t See This-, según la cineasta, irían destinados a financiar los programas culturales de los colegios públicos de Nueva York.
Para algunos un disparte, para otros una tentación. ¿Convertirse en productor de cine por 30 dólares?… eso es algo que uno no hace todos los días. La directora lograría su película y para ella supondría una inversión en su futuro, quien sabe si la siguiente historia la hará millonaria.
Los grandes estudios como Warner, Universal o Paramount no pasarán por ese aro aún, pero esta democratización de la producción ejecutiva, un cargo hasta ahora bastante elitista, combinado con herramientas como internet, podría globalizar la creación de proyectos individuales en los que el principal argumento fuese la ilusión, el entusiamo y sobre todo, las buenas ideas. ¿O no sería factible una película producida por miembros de una comunidad de internet que hiciesen su pago mediante Pay Pal, aunque uno viva en Sudáfrica y otro en Katmandú? Proyectos que luego podrían estrenarse en miles de países al mismo tiempo a través de internet (y en algunas salas de cine también, claro).
FUENTE: USOpinión
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WTF!!! “Cineasta busca 1700 productores dispuestos a invertir 30 dólares para hacer su película”
martes, 25 de noviembre de 2008
en
11/25/2008 02:15:00 p. m.
| Posteado por
pelopo82
Categorías cine, Noticias, WTF | |
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