“Vamos a por 1.000 kilos de hierro robao”, afirma un chatarrero mientras se mete en la furgoneta. “¿Que vamos a por hierro robado?” responde Samanta Villar, “¿por qué robado?”. "Es mentira, no grabes eso, ¿eh?" le responde el chabolista.
En el programa "21 días", Villar convive durante ese tiempo con las personas objeto de su reportaje, y en este caso lo hizo con habitantes del asentamiento chabolista de "El Vacie", donde acompañó en su día a día a una familia gitana que la acogió en su infravivienda.
En una de sus actividades, la reportera fue junto a los cuatro miembros de la familia a recoger chatarra por las calles de Sevilla, pero posteriormente el dueño de unos hierros denunció el robo de material valorado en algo más de mil euros, importe en el que incluye el candado que presuntamente rompieron los ladrones.
En el reportaje se ve a Samanta nerviosa frente al volante: "Me va el corazón a 1.000 por hora. Dios mío como venga alguien y nos pille", afirma mientras espera a que los chabolistas introduzcan el hierro en la furgoneta. "Nunca sabré si aquello fue un robo, o no. No volvimos a hablar de ello", explica la reportera al final de la aventura.
Sin embargo, Samanta ha vuelto a tener noticias de aquel acontecimiento ya que el juzgado de instrucción 7 de Sevilla le ha citado a declarar el próximo 13 de octubre. Dos días después lo harán los cuatro miembros de la familia.
El programa objeto de la denuncia se emitió en abril pasado, y ahora la reportera puede ser imputada como presunta cómplice, cooperadora necesaria o inductora del delito.
Samanta fue citada a declarar por exhorto en Barcelona, donde reside, antes del verano, pero, al no haber comparecido, ha sido citada de nuevo el próximo 13 de octubre en el juzgado sevillano que instruye la denuncia tramitada por la Guardia Civil.
Delitos en presencia de reporteros
Esta no es la única ocasión en que se imputa a reporteros por delitos cometidos en su presencia, y en el año 1995 un redactor, un realizador y dos cámaras de Canal Sur Televisión fueron juzgados por grabar y no impedir la paliza de una patrulla ciudadana a un proxeneta en la barriada sevillana de Sevilla Este.
Finalmente, los periodistas fueron absueltos porque la agresión se produjo en un momento de "peligro manifiesto y con gran rapidez" y porque no pudieron actuar, dada la distancia a la que se encontraban los agresores.
FUENTE: LaInformación
0 frikicomentarios