Claro, pues una mujer no encontró nada mejor que utilizar sus pechos para robar en una gasolinera. La ricura entró al centro de servicio y con un escote de tres metros, el cual dejó con la boca abierta al hombre que se encontraba trabajando en el lugar.
Sin embargo, la sorpresa vino cuando la mujer sacó un cuchillo y amenazó al sujeto, a quien no le quedó otra que dejarse que lo asaltaran.
Al final, la chica se llevó el dinero, unos 360 dólares, en el bolsillo.
FUENTE: La Cuarta
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