En una singular escuela de Nueva Zelanda la competencia consistía en vestir zarigüeyas muertas con vestidos divertidos.
Mirando las fotos tomadas en la Uruti School, a lo mejor se te ocurre que es un concurso de taxidermia, pero en realidad, los cadáveres peludos eran parte de una exhibición de zarigüeyas que habían pasado al otro mundo para un evento de caridad, eso sí.
Los niños dieron rienda suelta a su imaginación para vestir a las peludas criaturas lo mejor que pudieran. Una de ellas fue despellejada para que luzca como un boxeador en pose, mientras a otras les pusieron bikinis y vestidos de princesa.
Como era de esperar, el evento enfureció a los grupos defensores de los derechos de los animales que acusaron a la escuela de fomentar la crueldad hacia los animales, pero los maestros se defendieron diciendo que hubo "mucha diversión y que el evento ayudó a juntar 6.000 dólares para la escuela. Había una multitud sorprendente y mucha diversión. Los animales no son la única especie que es vestida después de morir. Los humanos también lo hacemos", dijo Pauline Sutton al diario Taranaki Daily News.
FUENTE: Diario Veloz
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